Ahora la ley actúa
El mundo que nos rodea se transforma muchas veces en un mundo que odiamos, que nos indigna, un esquema que se sale de lo establecido por el que protestamos, un mundo que muchas veces no queremos. Esas protestas se suceden, el miedo a destapar la cortina va creciendo, se teje lentamente frente a nuestros ojos y boca, y nos dicen que callemos, que sigamos, que no nos inmutemos. A pesar de todo, la indignación es humana, y yo, soy humano.
A mediados de los 40, fue posible copiar sonido en un soporte magnético, de reducidas dimensiones, la cinta de cassette había nacido. Ese momento marca un punto de inflexión, es posible realizar copias rápidas de audio. No fue hasta más tarde cuando esos grabadores estuvieron al alcance de muchos. Muchos de ellos fuimos nosotros, disponíamos de plato y doble pletina para copiar aquel disco a cinta, o aquella cinta que un colega se había comprado. Sí, era ilegal y lo sabíamos, pero nadie lo veía con malos ojos, era lo normal. Llegaron los CD’s pero el chollo seguía controlado por las mismas personas, las compañías discográficas tenían también en su poder las ventas de los aparatos grabadores, o por qué os creéis, por poner un ejemplo, que Sony bajó el precio de la PlayStation cuando el pirateo de sus juegos comenzó a masificarse.
Pero llegó Napster y todo cambió, aquel pequeño programa que servía para descargarse algún que otro mp3 se convirtió en el mayor pecado. Por primera vez habían perdido el control de lo que creían completamente suyo, juicios y más juicios. La carrera siguió y una serie de programas invadió la red, WinMX, Audio Galaxy, Kazaa, eDonkey, eMule y un largo etcétera. A la vez el sector discográfico y cinematográfico de ámbito doméstico acrecentó sus precios, hasta cobrarnos la friolera de 16 a 18 EUR por un disco y de 18 a 25 EUR por un DVD.
“Ahora la ley actúa” es el eslogan de la nueva campaña del gobierno para detener la avalancha de piratería que sufre el país. Cómo confiar en compañías como Sony, BMG Ariola o Warner Music que alcanzaron unos beneficios de 3500 a 7000 millones de dólares en el año 2001 y decía que la piratería les afectaba con gravedad. Con el avance de la piratería ha crecido la mafia que controla ahora parte de ese mercado, la otra sigue controlada por ellos. Esas mafias masifican la piratería y nos meten a todos en el mismo saco, en el de criminales que atentamos contra leyes muy graves. La SGAE nos hace pagar un canon, incluso si utilizamos esos CD’s o DVD’s para copias de nuestros datos o software libre y gratuito. Las empresas, tanto las de música, cine y software siguen sin bajar sus precios abusivos y se quejan de que la piratería aumente sin parar.
No defiendo a las mafias de la piratería, de hecho nunca he comprado ningún CD ni película en un Top Manta, pero entiendo a la gente que aplica la frase de: “Busque, compare y si encuentra algo mejor, cómprelo”. Si los precios fueran más bajos no dudo en que las grandes pérdidas de los sectores en 2003 se reducirían, pero cuando un sector corrupto nos vigila, nos controla, nos observa y nos amenaza, es normal que la gente siga rebelándose. Y sé sin dudarlo que seguiremos rebelándonos.
Comentarios
En todo este asunto hay conceptos engañosos que confunden al ciudano medio.
En primer lugar no es lo mismo perder dinero que dejar de ganarlo.
El ferreo control, no sólo sobre los beneficios, sino sobre qué grupos deben sonar y qué grupos no, se les está escapando de las manos.
El artista, el verdadero artista, ve en la red una posibilidad de dar a conocer su trabajo, y no sólo el desconocido, el artista consolidado puede ofertar un producto sin presiones comerciales y a precio bajo, ya que elimina toda la cadena de sanguijuelas e intermediarios.
Prince está, a día de hoy, ofertando canciones inéditas a un dolar la descarga.
Un factor que no se tiene en cuenta es que los que viven de los discos son las discográficas, no los músicos. Los músicos viven de los conciertos. El porcentaje que percibes por la venta de tus discos, salvo que te llames Alejandro Sanz, es ridículo.
Lease el manifiesto de Kiko Veneno a este respecto, disponible en la red y bastante clarificador.
Si todo el mundo descarga a Fulanito y sus Paranoias Musicales, un concierto de Fulanito y sus Paranoias Musicales, venderá entradas, así que se programará.
Además de ganar dinero él, lo ganarán sus músicos, la música en directo se hará más común, habrá más de todo, bueno y malo, pero por lo menos podremos elegir. Aún abaratando precios, eliminando la discográfica, el total que quedará para el autor será mayor.
La cantidad de horas que la gente dedicará a escuchar música, probando las cosas nuevas, quizá le provea de nuevo del gusto que las radioformulas le han arrebatado durante su reinado.
EL tiempo que éstas tarden en empezar a programar música de Fulanito y sus Paranoias Músicales será corto, una vez desaparecida la multinacional todopoderosa.
El canon es un acto totalmente ilegal que ha generado algunas ganancias también ilegales, partiendo de la base de que muchos comercios adquirieron los Cd´s antes de la llegada del canon pero te los cobraron con él. Hagamos cuentas y veremos por dónde va el asunto.
La idea de cobrar canon por cualquier soporte que pudiese usarse para contener música grabada es, cuanto menos, ridícula.
Una especie deja paso a la otra -que pregunten a los dinosaurios- y los grandes hombres de negocios enriquecidos a costa del trabajo ajeno no saben retirarse a tiempo.
No saben ver esta lluvia de meteoritos.
El problema, para ellos, está en que todo eso se escapa de sus manos.
El modelo que ostentan está obsoleto.
El renovarse o morir no entra en sus cabezas y utilizan la confusión dialéctica y la demagogia para mantener el Status Quo.
Por otra parte, viendo lo que se está editando hoy en dia, lo mejor que le puede pasar a la industria es su extinción.
El monopolio del gusto llegando a su fin, eso es lo que estamos viviendo.
Lo que pase después, dependerá de nosotros.
Ese es el problema... que dependerá de nosotros. Técnicamente debería pasar algo parecido a lo que comentas, pero siempre va a haber gente que se meta por medio de la forma en que lo hacen ahora o de otra cuando se adapten a lo que hay. Cuando se trata de sacar provecho de algo se vuelven todos unos auntenticos genios creativos! Además siempre queda la parte del marketing, de la que ya sabemos que electrodoméstico de forma cúbica tiene la mayor responsabilidad. Las cosas podrían cambiar de forma, pero falta bastante desarrollo humano (y no tecnológico que es el que más rápido avanza) para que el tema mejore.
No puedo estar mñas de acuerdo contigo, pero el problema es más complejo todavía.
En la mayoría de los Códigos Penales, no sólo delinque el autor, sino que están inculpados todos los cómplices, así pues, si las leyes las aplicasen a todos por igual, son culpables los fabricantes de CD/DVD por manufacturar un producto que induce a cometer delito, a los distribuidores de los soportes y las grabadoras por acercárnoslo y tentarnos para que cometamos delito, a las compañías de comunicaciones por permitir que a través de sus líneas circule material objeto de delito y por último a la SGAE por cobrarnos un impuesto (cual si de multa se tratase) por suponer que vamos a cometer delito.
Y es que piensa el ladrón que todos son de su condición.
¡Ah! Y además deberíamos denunciar al Gobierno, al dejar que se aplique el impuesto, por vulnerar un derecho fundamental de cualquier ciudadano: la presunción de inocencia.